Rescatando la noción de la narración social que crea sentidos compartidos, Mario Morón nos sumerge en una que ocupa inacabados tiempos y espacios. A través del fervor de un grupo de amigos, El libro del más allá se sitúa en realidades alternativas que, a priori, podrían catalogarse como fantásticas. No obstante, somos testigos de un tratado especular sobre la complejidad de cualquier ser universal.
Esta experiencia de lectura nos recuerda a catálogos paradoxográficos de personajes variopintos (desde extraterrestres, almas de otra dimensión, muertos o vampiros, entre otros), con justas dosis de humor, ternura o tristeza y, además, con  ideas provenientes de la física, la medicina, las religiones o la psicología. Personajes que no solo representan una alteridad radical que evidencia miedos atávicos, sino, principalmente la cavilación necesaria de interrogantes legendarios del ser humano. En particular, dos: “Amor y muerte…¿que otro tema hay?”.